viernes, 19 de febrero de 2010

Heroína por unos instantes

Volviendo a casa por la noche, de donde había huido del nuevo inquilino, veo que sale humo de una caja de cartón situada en la acera junto a otras bolsas de basura. Unos chicos se acercan y gritando "Yuju, yujuuu" se ponen a darle patadas sin la más mínima intención de hacer nada al respecto.

Algo preocupada por el panorama, intento recordar el teléfono de emergencias que vi el otro día en algún sitio. 311, 331... Ni idea. Pruebo con el 311. "Si es una emergencia, llame al 911". Me toman los datos y pasan mi llamada a los bomberos. Tras contarle directamente la operadora todo el asunto, me hacen confirmar la dirección y mi teléfono (anda, que como fuese una cosa de vida o muerte iba yo lista con tanto trámite) y cuando estoy metiendo el móvil de nuevo en el bolso, oigo las sirenas. Palabrita. No sé dónde estará la central, ¡pero no han tardado ni 20 segundos!

Llegan como doce bomberos para una pila de basura y se ponen a darle pataditas (creo que, visto lo visto, es deporte nacional). Me alejo un poco porque me llegan las cenizas y cuando se cansan de apilar las cajas en llamas, por fin sacan la manguera. Sí que han tardado...

En esas se me acerca por detrás un chino y me dice: "Anda, un incendio. ¿Se esta quemando alguien?", me pregunta tan tranquilo. Tras mi silencio estupefacto, continúa: "Porque una vez yo vi a un tío ardiendo vivo y me dije: 'Cuidado, seguro que hay gasolina, no te acerques'. Jajajaja". Me quedo mirando con cara de póquer a este hijo de su madre y aprovecho que se pone a toser por el humo para salir por patas.

La gente aquí está muy loca...

(Y lo del nuevo inquilino ya lo contaré cuando se sepa cómo acaba)

1 comentario:

Dreamer dijo...

Que intriga con el nuevo inquilino! Si que son besugos los jodios chinos, eh?? Carola saves the day! :P